El día de hoy fue una experiencia inimaginable, de esas que suceden una vez en la vida y que cuando se presenta la oportunidad es imposible reusarse, negarse, el decir "no" es una palabra que desaparece del diccionario. La semana pasada llegó a mi mail una invitación para asistir a un evento político de cierre de campaña del "Frente para la Victoria", yo no me considero kirchnerista pero si curiosa por naturaleza y no pude desaprovechar la oportunidad de tener cara a cara al posible futuro presidente de la República Argentina, mi país, que tanto amo y por el que tanto nos sacrificamos y sufrimos muchos para ver progreso y evolución.



El motivo del encuentro fue "Personalidades Argentinas Independientes" rodeado de artistas de renombre que apoyan al modelo como Pablo Alarcón, Esther Goris, Rita Cortese, Victoria Onetto, Lito Vitale, Lito Cruz y personalidades del deporte como el Chino Tapia y Acero Cali, entre otros además de académicos de la Universidad de Buenos Aires. Se preguntarán, "¿y vos qué hacías ahí?" Al principio yo me pregunté lo mismo y dudé en ir pero fue mi familia quien me incentivó a no desaprovechar la oportunidad y conocer un poco más del medio que tanto me gusta y curiosidad me genera, así que me saqué las ganas y fui, sin cámara, sólo mi celular y yo ante un mar de periodistas de renombre, cámaras de televisión y figuras del espectáculo (que no vi pero ya entraré en detalle de eso).


La cita fue en el Café Tortoni, emblema de Buenos Aires, símbolo de la cultura y lugar turístico por excelencia. Allí a las 15:20 llegue a la puerta cuando un señor de seguridad me dijo: "llegaste 10 minutos antes, espera a un costado". Con la amabilidad que me caracteriza me quede esperando e informaron que 15:45 nos iban a hacer ingresar, llega la hora, me acerco al señor, le digo mi nombre y me dice: "no figuras en la lista", a lo que respondo: "confirmé hace una semana, soy un medio digital, ¿con quién puedo hablar"? Y me responde: "Ah sos prensa, pasá al fondo". Ergo cuando llegué ya los artistas se habían sacado todas las fotos de prensa y yo quedé colgada por mala comunicación, pero no hay problema, de todas las experiencias algo se aprende, de esta siempre ser absolutamente clara del por qué estoy en el lugar.


Una vez adentro me recibieron muy cordialmente como una más, no me sentí como un bicho de otro pozo y sirvieron un lindo catering para degustar, no muy abundante pero agradable al paladar, al igual que el espacio: pequeño pero adaptable, nosotros nos amoldamos. A minutos de haber llegado aparecieron algunos personajes que se tomaron fotos y luego los grandes protagonistas, primero la señora Karina Rabolini, vistiendo la elegancia que tanto la caracteriza pero con una simpatía que me tomó por sorpresa saludando a todos, uno por uno siempre con una gran sonrisa y dispuesta a responder todas las preguntas hasta que llegó su marido. En ese momento sus ojos se iluminaron y su sonrisa se volvió aún más grande, fue a su búsqueda y ese mismo gesto fue recíproco, el amor que sienten es tangible, envidiable e inspirador. Luego se hizo a un lado para dejarle el protagonismo a su marido, el candidato a la presidencia de la República Argentina, quien me sorprendió en su tranquilidad y tono de voz al hablar, monótono, sereno sin expresiones faciales, plano dejando que las palabras sean las que trasmitan el mensaje, el cual no pude escuchar porque hablaba muy bajo.




La ronda de preguntas debió durar como mucho 10 minutos de los cuales luego la pareja se dejó tomar unas fotografías y se retiraron para celebrar una merienda (o eso creo yo) con "Personalidades Argentinas Independientes ". Minutos después me retiré.




La vida te da sorpresas, si me hubiesen contado 5 años atrás que viviría esta experiencia diría que están para el manicomio. No es cholulaje, aunque una parte probablemente lo sea, es poder ser testigo directo de una parte de la historia. Este domingo nos toca votar, yo todavía no me decidí, siempre realizo el mismo acto: camino la peatonal Rivadavia en mi amada ciudad de Quilmes, junto las boletas de todos los partidos y sus propuestas y el mismo domingo durante el desayuno me pongo a leer todo, a analizar todo y a decidirme, nunca voté igual porque no me siento representada por modelos ni partidos políticos, yo voy por utopías y en esa búsqueda elijo a quién pueda llevarla a cabo.