A quienes se sienten a leer estas palabras,
“Ofendete vos o tus seguidoras” empezaba un comentario que me dejaron esta semana en el blog. Apenas leí esa primera palabra mi cuerpo se quedó sin aire y sentí como si me hubiesen pegado en el pecho tan fuerte que el aire no podía entrar. Sé que el exponerme “online” lleva a que personas juzguen lo que ven sin conocer lo que soy en mi totalidad, lo aprendí a la fuerza y en consecuencia nació este blog por lo que me pareció apropiado contestar aquí mismo sin publicar su comentario ya que utilizó palabras como “vergüenza ajena”, “hacete cargo”, “baja un poco la frente”, entre otras, que a mi interpretación son términos muy agresivos y no quiero esa energía en un espacio donde intento que ronde el positivismo y la bandera hacia el amor propio.